miércoles, 25 de abril de 2012

DOROTHY (THERE’S NO PAGE LIKE HOME). Por Gabriel Fuster





DOROTHY (THERE’S NO PAGE LIKE HOME)



Pedí un corazón

y recibí del Cardiólogo

un extraño imán que me provoca

sentirme atraído

hacia ti



Pedí un cerebro

y escuché decir que

un caballero no tiene memoria, precisamente

tu escondite como actual hueco que no

me cabe en la cabeza. La enfermera

arregla un vendaje alrededor

para impedir que se salgan

la paja y la resaca de mis sueños como pájaros



Pedí un poco de valor

y el Club de Leones me llenó los oídos con

medallas, misiones y buenas metáforas, para merecer

la estrella de puntas separadas, patas abiertas,

y la entera bolsa de valores de NY, pero nunca

la aproximación a tus caderas



En cada vuelta

el poderoso mago me tomó por tonto, diciendo

que no necesitaba esto o el otro, porque

los tuve conmigo

todo el tiempo, dentro

del cajón que se ha cansado de ser abierto

y cerrado

por tanto guardar polvo que sirve para nada



Pedí volver a casa

y todo el asunto es chocar los talones

con los zapatos prestados, pero soy poeta

y convertí el camino de ladrillos amarillos

en una tapia dorada

Fin de la novela.




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